Thursday, November 25, 2021

Return Home - Regreso al hogar

 Return home

He loved her so much and missed her so much that from the day she died, every night he wrapped himself up very well and lay down next to her grave. There he told her what had happened to him during the day. She was listening to his stories and suffered because she could not help him even with those phrases that caressed his soul of little boy.

She tired of suffering, the last night she waited impatiently for him to arrive, she left her grave and they returned home happily.


Regreso al hogar

La quería tanto y la echaba tanto de menos que desde el día en que ella murió, cada noche se abrigaba muy bien y se acostaba al lado de su tumba. Allí le contaba lo que le había sucedido durante el día. Ella escuchaba sus relatos y sufría por no poder ayudarle ni siquiera con aquellas frases que acariciaban su alma de niño.

Cansada de sufrir, aquella noche esperó con impaciencia a que él llegara, salió de su tumba y regresaron felices al hogar.


Sunday, November 21, 2021

Coven - Aquelarre

 Coven

The witches meticulously prepared their coven. The male goat observed in the distance the incessant coming and going of the young novices women who, nervous, obediently obeyed the orders of the veteran ones.

That night was going to be memorable. Thought the male goat.

Suddenly, someone surprised him from behind and grabbed him by the horns.

“I have told you thousands of times not to see those movies. You must dedicate yourself to your goats and don't think about other things ”.

The farmer said.


Aquelarre

Las brujas preparaban minuciosamente su aquelarre. El macho cabrío observaba en la distancia el incesante ir y venir de las novicias que, nerviosas, acataban dócilmente las órdenes de las veteranas.

Aquella noche iba a ser memorable. Pensó el macho cabrío.

De repente, alguien lo sorprendió por detrás y lo agarró por los cuernos.

-Te he dicho miles de veces que no veas esas películas. Tú dedícate a tus cabras y no pienses en otras cosas.

Le dijo el granjero.

Friday, November 19, 2021

Nobody - Nadie

 Nobody

His name was Nobody. The name was chosen by his father because he wanted his son to never fall into the trap of pride, importance and self-promotion. Nobody grew up alone and learned to think alone. His ideas were not contaminated by anything or anyone, and his thought flourished from the white of the void until it came to compose the most beautiful spaces. Worlds like red roses, universes that flew on butterfly wings. And he died without knowing what a kiss tastes like, without knowing caresses and oblivious to the love of someone who filled their perfect worlds.

 

Nadie

Se llamaba Nadie. El nombre lo eligió su padre porque quería que su hijo nunca cayera en la trampa de la soberbia, de la  importancia y del autobombo. Nadie creció solo y aprendió a pensar en soledad. Sus ideas no estaban contaminadas por nada ni por nadie, y su pensamiento florecíó desde el blanco del vacío hasta llegar a componer los más bellos espacios. Mundos como rosas rojas, universos que volaban sobre alas de mariposas. Y murió sin saber a qué sabe un beso, sin conocer las caricias y ajeno al amor de alguien que llenara sus mundos perfectos.  

Monday, November 8, 2021

Ann

 Ann

Ann traveled on vacation to Spain after having lived in Madrid for a few years during her childhood. The history of the Middle Ages had been her passion ever since her father, a great diplomat, was stationed in Spain.  His stories had stimulated the little girl's imagination and she had never stopped remembering visits to those silent and impressive castles that held unspeakable secrets.

She got off the plane and headed for the hotel. That same afternoon she had booked a visit to the Romanesque castle of Loarre, in the province of Huesca. She took the photos out of her bag and looked at them once more. In the most important photo, there was an enigmatic suit of armor at the entrance to a splendid hall. She had examined the photo many times as an almost imperceptible detail had caught her attention. Behind the grooves of the helmet's visor, something seemed to glow. Could it be eyes? She had made this trip to inspect the armor, though he had thought it would surely be some optical effect.

She accessed the castle and was finally approaching the armor. Much taller than she was, she could not see inside through the grooves in the visor of the helmet. Alone in the room, she unfolded a small chair she was carrying, climbed up and stood at helmet height.

From that menacing interior, black eyes looked at her questioningly.

She wanted to get down from the small chair and could not. She could not move. The armor's right arm encircled her waist and pulled her to it until the pain made her moan. Slowly, the armor relinquished the pressure on her waist and gently deposited her on the floor.

The sound of an alarm caused several guards to appear in the room. When Ann told them what had happened to her, one of the guards could see that there was nobody inside the armor.

Once back home in Sweden, remembering that extraordinary experience made her think that the castle of Loarre wanted to enter her soul with that living armor.




 Ann

Ann viajó de vacaciones a España después de haber vivido unos años en Madrid durante su niñez. La historia de la edad media había sido su pasión desde que su padre, un gran diplomático, fue destinado a España.  Sus relatos habían estimulado la imaginación de la pequeña y nunca había dejado de recordar las visitas a aquellos silenciosos e impresionantes castillos que guardaban secretos inconfesables.

Bajó del avión y se dirigió al hotel. Esa misma tarde había reservado una visita al castillo románico de Loarre, en la provincia de Huesca. Sacó del bolso las fotos y las volvió a contemplar una vez más. En la foto más importante, aparecía una enigmática armadura situada a la entrada de un espléndido salón. Había examinado la foto muchas veces ya que un casi imperceptible detalle le había llamado la atención. Tras las acanaladuras de la visera del yelmo, parecía brillar algo. ¿Podrían ser unos ojos? Había hecho este viaje para inspeccionar la armadura, aunque había pensado que seguramente se trataría de algún efecto óptico.

Accedió al castillo y por fin se acercaba a la armadura. Mucho más alta que ella, no podía ver el interior a través de las acanaladuras de la visera del yelmo. Sola en la estancia, desplegó una pequeña silla, se subió y se situó a la altura del yelmo.

Desde aquel interior amenazador, unos ojos negros la miraban interrogadores.

Quiso bajar de la pequeña silla y no pudo. No podía moverse. El brazo derecho de la armadura le rodeó la cintura y la atrajo hasta ella hasta que el dolor le hizo gemir. Lentamente, la armadura cedió la presión sobre su cintura y la depositó suavemente en el suelo.

Una vez de vuelta en su hogar, en Suecia, recordando aquella extraordinaria experiencia le hizo pensar que el castillo de Loarre quiso entrar en su alma con aquella armadura viva.