Sunday, April 10, 2022

A Russian Soldier - Un soldado ruso

 

A Russian Soldier

They had been carried the night before, protected by shadows, to the war zone. Exhausted, he had fallen asleep with his hands resting on the weapon, a proton ejector capable of destroying everything in its path. He missed Moscow, and in that dream, images of his grandfather were superimposed on scenes of war. His grandfather, a young Ukrainian soldier who fought against the special military operation in 2022, met his death in the Donbas, in the same area where he was now. The consequences of that war had been devastating. The intervention of NATO internationalized the conflict and as a consequence, Russia had lost more than half of its territory and the diaspora of the Russian people had turned their cities into ghostly specters. Now, fifty years later, Russia was once again expanding its borders with aggressive attacks that reduced the buildings that had been left standing years before to rubble.

He was startled awake by the explosion of what he thought might be some shell near the old trenches where they protected themselves from enemy fire. None of his companions had heard anything. In fact, they were very quiet. Nor did they hear a voice announcing an imminent attack, and ordering them to leave that trench. His companions remained in it and he climbed to the surface in time to see how a huge ball of fire fell on the trench.

Many years have passed and he still remembers with emotion that voice that saved his life. Maybe his grandfather took care of him and saved his life. Maybe.

 

Un soldado ruso

Habían sido transportados la noche anterior, al abrigo de las sombras, a la zona de guerra. Agotado, se había quedado dormido con las manos apoyadas en el arma, un eyector de protones capaz de destruir todo lo que encontrara a su paso. Echaba de menos Moscú, y en aquel sueño, imágenes de su abuelo se superponían a escenas de guerra. Su abuelo, un joven soldado ucraniano que combatió contra la operación militar especial en 2022, encontró la muerte en el Donbas, en la misma zona en la que él estaba ahora. Las consecuencias de aquella guerra habían sido devastadoras. La intervención de la OTAN internacionalizó el conflicto y como consecuencia, Rusia había perdido más de la mitad de su territorio y la diáspora del pueblo ruso había convertido a sus ciudades en espectros fantasmales. Ahora, cincuenta años después, Rusia expandía sus fronteras nuevamente a golpe de agresivos ataques que reducían a escombros las construcciones que habían quedado en pie años atrás.

Se despertó sobresaltado por la explosión de lo que creía podía ser algún proyectil cerca de las antiguas trincheras en las que se protegían del fuego enemigo. Ninguno de sus compañeros había oído nada. De hecho, estaban muy tranquilos. Tampoco escucharon una voz que anunciaba un ataque inminente, y que les ordenaba que abandonaran aquella trinchera. Sus compañeros permanecieron en ella y el trepó hasta llegar a la superficie con el tiempo de ver como una enorme bola de fuego caía sobre la trinchera.

Han pasado muchos años y aún recuerda con emoción aquella voz que le salvó la vida. Tal vez su abuelo lo cuidó y le salvó la vida. Tal vez.