Puzzle
If someone were to ask me how I managed to compose the
puzzle of my life, I wouldn't know what to say. A puzzle that has changed over
time, so that now all the pieces, family, work, health, my hobbies, and so on
fit together perfectly.
All of them? Well, between the pieces there is one in black
and I don't know what it contains. Besides, this black piece has appeared after
overcoming a state of coma of several months, as a consequence of an accident.
When I ask my family, they tell me that it's a product of my
imagination, but I know that the piece is real and it's there, waiting for its
moment.
And its moment came the same morning that I left the
hospital. A young man approached me and rebuked me, called me a murderer and
tried to hit me. When I tried to talk to him, my son pulled my arm and put me
in his car. I found the explanation later at home, when I was resting in an
armchair. It occurred to me to turn on the radio and the news left me frozen:
The murderer known as the Mauthausen's Matarife has left the
hospital. Someone insulted him and tried to attack him. His son intervened in
time and managed to keep him away from his aggressor. In the next few hours he
will go to prison...'.
That black piece. A profound experience that had disappeared
from my mind. It would have been better I had never known it.
Puzle
Si alguien me preguntara cómo he conseguido componer el puzle
de mi vida, no sabría queé contestarle. Un puzle que ha ido cambiando a medida
que ha transcurrido el tiempo, de forma que ahora todas las piezas, la familia,
el trabajo, la salud, mis aficiones, encajan a la perfección.
¿Todas? Bueno, entre las piezas hay una en negro y no sé lo
que contiene. Además, esa pieza negra ha aparecido después de superar un estado
de coma de varios meses, consecuencia de un accidente.
Cuando le pregunto a mi familia, me dicen que es producto de
mi imaginación, pero yo sé que la pieza es real y está ahí, esperando su
momento.
Y su momento llegó la misma mañana en la que salí del
hospital. Un joven se me acercó y me increpó, me llamó asesino e intentó
golpearme. Cuando intenté hablar con él, mi hijo tiró de mi brazo y me
introdujo en su coche. La explicación la encontré después en casa, cuando
estaba descansando en un sillón. Se me ocurrió conectar la radio y la noticia
me dejó helado:
‘Ha salido del hospital el asesino conocido como el Matarife
de Mauthausen. Alguien le ha insultado y ha tratado de agredirle. Su hijo ha
intervenido a tiempo y ha conseguido alejarlo de su agresor. En las próximas
horas ingresará en prisión…’
Esa pieza negra. Una experiencia profunda que había
desaparecido de mi mente. Hubiera sido mejor no haberlo sabido nunca.