Handkerchiefs 6
The poker game lasted until the early hours of the morning,
and when the game was over, the host went out to say goodbye to his fellow card
players. When he returned home, he saw a fleeting flash among the primroses he
had planted a few days earlier in the garden. He did not attach the greatest
importance to it. But when he entered the kitchen, he could see that part of
the garden from the window, and the flash repeated itself. He watched for a
moment and the flashes seemed to convey some sort of code. The beam was very
narrow and headed for the sky. Although one might think that the light source
was tiny, its intensity was remarkable. What it could be among the flowers
emitting this kind of code and to whom would it be directed?
The host, unable to go out and see what it was all about,
tried to forget it and went to bed on the upper floor of the house. Next
morning, he was awakened by a loud noise, or a kind of buzz. It was ten o'clock
in the morning. He had slept peacefully, but the noise was reminding him the
light of the previous night. He jumped out of bed and went to the window from
where the primroses could be seen before, because now something had made them
jump through the air, making a hole about a metre in diameter.
Pañuelos 6
La partida de póker se prolongó hasta la madrugada, y cuando
acabó la partida el anfitrión salió a despedir a sus compañeros de cartas.
Cuando se volvió para entrar en casa, observó un destello fugaz entre las
prímulas que había plantado unos días antes en el jardín. No le dio la mayor
importancia. Pero cuando entró en la cocina, desde la ventana podía ver aquella
parte del jardín y se volvió a repetir el destello. Observó durante unos
instantes y los destellos parecían transmitir una especie de código. El haz era
muy estrecho y se dirigía hacia el cielo. Aunque se podía pensar que la fuente
de luz era diminuta, su intensidad era notable. ¿Qué podía haber entre las
flores que emitiera esa especie de código y a quién iría dirigido?
El anfitrión, incapaz de salir a ver de lo que se trataba,
intentó olvidarlo y se fue a la cama situada en el piso superior de la vivienda.
Le despertó un fuerte ruido, o zumbido. Eran las diez de la mañana. Había
dormido plácidamente, pero aquel ruido le recordó lo de la noche anterior.
Saltó de la cama y se dirigió a la ventana desde donde antes se podían ver las
prímulas, porque ahora algo había hecho que saltaran por los aires haciendo un
socavón de un metro de diámetro.