Handkerchiefs 10
Tom never ceased to be surprised by the experiences he was
living. His father had also warned him of the dangers of his desires. He should
learn to control his desires, because they would become reality. Thus, Tom,
without realizing it, remembered his friend, the person who saved his life and
his companions and who was no longer in this world. He was again surprised by
the ray of light that invited him into it. Tom agreed to his request and closed
his eyes. Suddenly he was invaded by an intense smell of violets. When he
opened them, he found himself in front of his friend, the one with the
handkerchiefs. An intense emotion appeared in his eyes. Then he learned that
this world is a place of passage, and that the spirits of those who leave it
populate distant planets. The ray of light had transported him instantly to
that planet where the perfume of violets and the pink light of the horizon
welcome those who, like him, escape from the second world.
Pañuelos 10
Tom no dejaba de sorprenderse por las experiencias que
estaba viviendo. Su padre le había advertido también de los peligros de sus deseos. Debería aprender
a controlar sus deseos, porque éstos se convertirían en realidad. Así, Tom, sin
darse cuenta, recordó a su amigo, a la persona que le salvó la vida a él y a
sus compañeros y que ya no estaba en este mundo. Le volvió a sorprender el rayo
de luz que le invitó a entrar en él. Tom accedió a su petición y cerró los
ojos. De repente le invadió un intenso olor a violetas. Cuando los abrió, se
encontró enfrente de su amigo, el de los pañuelos. Una intensa emoción asomó a
sus ojos. Entonces aprendió que este mundo es un sitio de paso, y que los espíritus
de los que lo abandonan pueblan planetas lejanos. El rayo de luz lo había
transportado instantáneamente a aquel planeta en el que el perfume a violetas y
la luz rosada del horizonte dan la bienvenida a los que, como él escapan del
segundo mundo.