The room
The little-lit room had become his only room. A vital room,
sometimes sweet, sometimes hostile, but always surprising. There he was living
the most unlikely adventures from the moment that his brain refused to obey
him. Sometimes, the pale blue of its walls was the sky of an aviator in his
flight through a spectacular storm. Other times it was a battlefield where he
faced the armies of Genghis Khan. Other times, it was the engine room of a
submarine in full battle against the forces of evil.
One summer morning, someone opened the window wide and the
penetrating light invited him to freedom. So without thinking about it, he
threw himself through that long-awaited fissure into the future. What was
surprising was that the psychiatric hospital nurses could see him floating,
going out through the window, defying the laws of gravity, and heading for
infinity, out of reach of everything and everyone.
La estancia
La estancia, poco iluminada, se había convertido en su único
espacio. Espacio vital, a veces dulce, a veces hostil, pero siempre
sorprendente. Allí había vivido las aventuras más inverosímiles desde que su cerebro se negó a obedecerle. En
ocasiones, el azul pálido de sus paredes era el cielo de un aviador en su vuelo
a través de una espectacular tormenta. Otras veces era un campo de batalla en
el que se enfrentaba a los ejércitos de Gengis Khan. Otras, era la sala de
máquinas de un submarino en plena batalla contra las fuerzas del mal.
Una mañana de verano, alguien abrió la ventana de par en par
y la penetrante luz le invitaba a la libertad. Así que sin pensarlo, se lanzó a
través de aquella ansiada fisura, hacia el futuro. Lo sorprendente fue que los
enfermeros del psiquiátrico pudieron ver cómo salía por la ventana flotando,
desafiando las leyes de la gravedad, y
dirigiéndose hacia el infinito, fuera del alcance de todo y de todos.