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Un agujero en la noche

Le di las buenas noches y acaricié su pelo. El me dio un beso y un abrazo. Dulce despedida y negra noche. Cuántas veces tuve que haberle dicho que lo quería, cuántos besos tenía que haberle dado. Recuerdo la noche en la que vino al mundo. ¿Quién te apartó de mí? ¿Quién me dejó sola? ¿Quién quiso castigarme privándome de ti? Todas las noches me despierto pensando que estás en tu habitación. Cuando vuelvo a la realidad, todo me parece una pesadilla y deseo volver a mis sueños en los que siempre estás.

La muerte del karma

He visitado y comprendido todos los universos posibles e imposibles, y he terminado con todas mis preocupaciones. Ya no hay nada que explorar, que descubrir, que pensar. Ya estoy tranquilo, y esta tranquilidad me proporciona una nueva visión del todo. Al estar en paz con el todo, ya no hay lucha por conseguir nada. R. Singh.

Seres azules - Blue Beings

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Seres azules -Abuelo, cuéntame un cuento. -Ya es muy tarde para que estés despierto y además eres muy mayor. Duérmete. -Por favor, por favor. Me dormiré muy rápido escuchando tu cuento. Por favor.  -Está bien. ¿Qué tipo de cuento quieres que te cuente? -Estoy pensando en el de los seres azules. -Ya sabes que te cuento el mismo cuento muchas veces, pero siempre cambio un poco la historia y sobre todo el final. -¡Vale! ¡vale! -Vamos allá. -Érase una vez, en lo más recóndito del bosque profundo, vivían unos seres fantásticos, azules. Habían conseguido dominar el arte de la comunicación telepática, y entre todos ellos se extendían unos filamentos invisibles que los mantenían unidos. Cuando nacía un nuevo ser, después de que su progenitor lo expulsara por la boca, los filamentos empezaban a salir de su cuerpo. Primero lentamente y de forma muy  tenue, solo visible para los seres azules, y luego, después de alcanzar a todos y cada uno de estos seres, los filament...

El azar

Estaba sentado en la terraza de una cafetería leyendo tranquilamente el periódico y tenía la sensación de que alguien me estaba observando. Alcé la vista tratando de descubrir al ladrón de imágenes pero no pude sorprender a nadie mirándome. Sin embargo la sensación persistía y me hacía sentir incómodo. Al cabo de un rato me levanté y abandoné la terraza. Me dirigía a casa cuando un joven con gafas oscuras y un gorro de lana se interpuso en mi camino. -¿Es usted el profesor Newmann? Su voz sonaba metálica, como la emitida por un dispositivo de síntesis de voz. -¿Quién es usted? ¿Qué quiere? -Hemos secuestrado a su hija. Si la quiere volver a ver tiene que venir conmigo. Me quedé petrificado. No podía reaccionar. Sofía era lo único que tenía en el mundo y no podía imaginar lo que estaría sufriendo en esos momentos. -¿Qué le han hecho a mi hija? ¿Dónde la tienen? -No haga preguntas y acompáñeme. No tenemos tiempo que perder. Un coche de gran cilindrada, con los cristales...

Mi encuentro con una patata (frita)

Me encantan las patatas fritas. Siempre que puedo y me lo permite mi salud, como patatas y huevos fritos. El otro día estaba friendo patatas y disfrutaba imaginando cómo sabrían, y en un descuido, una de ellas, no sé cómo, saltó sobre mi mano derecha y me quemé. ¡Qué hija de satanás! Grité. La miré con odio y tras un instante me di cuenta de lo que ocurría. Me había enfadado con una patata, con algo que carece de intención, y pensé: Paco, todo lo que experimentas es tú. Tu enfado eres tú….¿existe algo realmente que esté fuera de ti? Ni la patata se entera de nada ni mi reacción va más allá de mí mismo, se trata siempre de un diálogo conmigo mismo. Y luego pensé: Además del caso de la patata, ¿no ocurre igual cuando interactúo con alguien? Cuando alguien me habla…¿no son mis prejuicios, mis ideas, mis tradiciones, mis convencimientos los que no me dejan escuchar….siempre es un diálogo conmigo mismo….y después de eso me pregunto ¿hay alguien ahí afuera?

El descuido

Abandonado en una esquina, el fajo de billetes no sabía qué hacer. Su dueño, sin darse cuenta, lo había sacado del bolsillo y justo allí se había quedado, esperando, muy preocupado pensando en su dueño. Pasaron los minutos, las horas, y nadie venía a recogerlo.  A la mañana siguiente, muy temprano, un niño se acercó peligrosamente pero ¡ay!, alguien lo llamó y el niño se alejó del paquete. El pobre paquete no había podido dormir en toda la noche. De repente oyó un gran estruendo, ¡una silla de ruedas motorizada se acercaba a toda velocidad! ¡uy! …su conductor no reparó en él, y la rueda casi lo destroza. Por fin, pudo ver a lo lejos como su propietario se acercaba corriendo y sudoroso. Después de haber pasado toda la noche a la intemperie y de haber salido indemne de la curiosidad del niño y de la veloz silla de ruedas, ¡ahí estaba su salvador! Pero…¡sintió a suela de un zapato que lo pisaba! Y alguien se dirigió a su dueño diciendo: -¡Oiga! ¿Dónde cree que va? ¿Pretende ...

The Magic in Things (6) - La magia en las cosas (6)

The magic in things (6) The cyborg girl came over and kissed me on the cheek. Gideon's comments and laughter flooded my mind. -This girl has fallen in love with you. Be careful. LOL. Without knowing how, I gave her another kiss and she smiled at me again. That was incredible. This machine was not supposed to have feelings, and yet it made me feel affection for her. The human factor manifests itself even if the situation does not make sense. When the girl was gone, I commented to Gideon: -It is impressive how cybernetics and robotics have evolved. I think I was completely right when I decided to dedicate my efforts to learning artificial intelligence. -I am sure that future humanity will appreciate your decision. You are going to achieve great things. We left the restaurant and left the hotel. The campus was very close, but we still had to hire an air taxi to take us to my appointment with Dr. Yoda. We entered the Rectorate building and at reception they told us where the professor...