He was sentenced to life imprisonment and never knew how he
got to that narrow cell. With no electric light, a small window near the
ceiling let him know if it was day or night. To combat forgetfulness, he
counted the days by making a small mark in his prayer book with each sunset. He
had always hoped that he could escape, and his mind was on how to do it through
that window. After many days and endless attempts, he managed to get to it and
tried to break the glass. That was when he realized that it wasn't a window. It
was a screen that simulated the passage of days. Surprised by that discovery,
he repeatedly hit the screen hard, until it broke into a thousand pieces.
Unexpectedly, a huge force pushed his body outwards and a sharp pain in his
shoulders made him scream. The scream did not reach his ears because the air
had disappeared. He was trapped in the gap of what was supposed to be a window.
Then, after seeing the intense black of space, he knew that he was in a huge
ship that was drifting, transporting thousands of prisoners to an unknown
destination outside the solar system. The lack of air and the intense pain of
his wounds made him lose consciousness.
Lo condenaron a cadena perpetua y nunca supo como llegó a
aquella angosta celda. Sin luz eléctrica, una pequeña ventana cerca del techo
le permitía saber si era de día o de noche. Para combatir el olvido, contaba
los días haciendo una pequeña marca en su libro de oraciones con cada puesta de
sol. Siempre tuvo la esperanza de poder escapar, y su mente pensaba en cómo
hacerlo a través de aquella ventana. Después de muchos días y de infinitos
intentos, consiguió llegar hasta ella y trató de romper el cristal. Entonces
fue cuando se dio cuenta de que no se trataba de una ventana. Era una pantalla
que simulaba el paso de los días. Sorprendido por aquel descubrimiento, golpeó
repetidamente con fuerza aquella pantalla, hasta que se rompió en mil pedazos.
Inesperadamente, una fuerza descomunal impulsó su cuerpo hacia el exterior y un
fuerte dolor en sus hombros le hizo gritar. El grito no llegó a sus oídos
porque el aire había desaparecido. Estaba atrapado en el hueco de lo que se
suponía que era una ventana. Entonces, después de ver el negro intenso del
espacio, supo que estaba en una enorme nave que viajando a la deriva,
transportaba a miles de reos a un destino desconocido fuera del sistema solar.
La falta de aire y el dolor intenso de las heridas le hicieron perder el
conocimiento.
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