Journey to the core of fear
Despite the
inhospitable terrain, exploration was short-lived. Although we had the
necessary resources, it was not possible to identify the source of the problem.
And that is how I told the Commission. The expedition had been planned for a
maximum of three hours, but when it was time to return we had a serious
problem. The exit way was blocked. And fear made its appearance. We didn't know
how to get out of there... And then the fear asked me:
"Why
do you fear me? If you loved me, you'd consider me, and I could help you. Even
if you're not become aware of it, I've always protected you. And you, however,
return to me the favor by hating me. I can be very small or very big, it's up
to you. It's all up to you."
The access
to the circulatory system was done through the femoral vein, and soon we
reached the left ventricle. The micro submarine was moving smoothly through the
bloodstream. The interior of the submarine was occupied by a pilot, a technician
and myself as a doctor and responsible for the expedition. The communications
with the outside world were of very good quality and at all times they was
informing us of the patient's feeling.
And the
fear continued:
“You had to
come all this way to meet me. You're gonna learn the most important lesson of
your life. You should know that I occupy everything, and I am the fear the
person you intended to operate on his left ventricle feels. This person has
asked me to tell you that he is inside your body travelling inside his micro
submarine trying to perform the same operation on your heart that you were
trying to do to him. You have to learn that what seems to be outside is also
inside, that what looks great is also small and that everything we do is done
to us.”
Viaje al centro del
miedo
A pesar de lo inhóspito del terreno, la exploración duró
poco. Aunque disponíamos de los recursos necesarios no fue posible descubrir el
origen del problema. Y así se lo hice saber a la Comisión. La expedición se
había proyectado para una duración de tres horas como máximo, pero cuando llegó
la hora de regresar nos encontramos con un grave problema. La vía de salida
estaba obstruida. Y el miedo hizo su aparición. No sabíamos cómo salir de allí…
Y entonces el miedo me pregunto:
-¿Por qué me temes. Si me quisieras me tendrías en cuenta, y
yo podría ayudarte. Aunque no seas consciente de ello, siempre te he protegido.
Y tú, sin embargo, me devuelves el favor odiándome. Puedo ser muy pequeño o muy
grande, depende de ti. Todo depende de ti.
El acceso al sistema circulatorio se hizo por la femoral, y
pronto llegamos a la altura del ventrículo izquierdo. El micro submarino se
desplazaba sin dificultad a través del flujo sanguíneo. El interior del
submarino lo ocupábamos un piloto, un técnico y yo como médico y responsable de
la expedición. Las comunicaciones con el exterior eran de muy buena calidad y
en todo momento nos informaban de la situación del enfermo.
Y el miedo continuó:
-Has tenido que venir hasta aquí para encontrarte conmigo. Vas
a aprender la lección más importante de tu vida. Has de saber que yo lo ocupo
todo, y soy el mismo miedo de la persona a la que pretendíais operar su
ventrículo izquierdo. Esta persona me ha pedido que te diga que se encuentra
dentro de tu cuerpo, viajando en su micro submarino e intentando realizar la
misma operación en tu corazón que le estabais intentando hacer a él. Tienes que
aprender que lo que parece que está fuera también está dentro, que lo que
parece grande también es pequeño y, que todo lo que hacemos, se nos hace.
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