El viento
La noche ha llegado sin avisar. Bajo del tren y la
estación me recibe triste. Solo llevo un bolso de mano. Vuelvo a casa después
de haber pasado en la cárcel veinte años. No sé lo que me voy a encontrar,
tengo miedo. Cuando era niño, en las noches de invierno el viento ululaba al colarse por las ventanas, mi madre me
decía ‘no tengas miedo, el viento solo pretende saludarte’. Siempre estuvimos
muy unidos. La perdí cuando un conductor ebrio la atropelló mortalmente. A
partir de entonces mi vida se convirtió en un suplicio. No pude hacer otra cosa
que acabar con la vida del asesino de mi madre. Me declaré culpable. Y ahora,
después de veinte años y de descubrir que el dolor no desaparece cuando se hace
justicia, me veo obligado a continuar con
una vida que hace mucho tiempo dejó de tener sentido.
Llego a casa. Llamo a la puerta. Aparece una joven y me
pregunta:
-Hola.
¿Quién es?
-¿Está
tu madre?
-¡Mamá!,
alguien pregunta por ti.
Veo acercarse a Marion. Mi corazón palpita con fuerza. No
sé qué decir. Marion me mira fijamente a los ojos y cierra la puerta
bruscamente. Oigo a mi hija preguntarle:
-¿Quién es?
-Nadie.
No me ha perdonado lo que hice. Estaba embarazada cuando
ingresé en la cárcel.
-Marion, por favor.
-No eres bien venido aquí. Vete.
Estoy esperando en una gasolinera, esperando que alguien me
lleve a ninguna parte, cuando veo acercarse a la joven que no sabe que es mi
hija. Ya es muy tarde y me preocupa que esté fuera de casa.
-Soy Melanie. Acabo de saber que eres mi padre, y quiero
que vengas a casa.
El ulular del viento ha dejado de existir. Vuelvo a casa.
The wind
The night
has arrived without warning. I leave the train and the station welcome me
sadly. I only carry a handbag. I return home after having been in jail for
twenty years. I do not know what I'm going to find, I'm afraid. When I was a
child, on winter nights the wind howled when it sneaked through the windows, my
mother would say to me, 'Do not be afraid, the wind just wants to greet you.'
We were always close. I lost her when a drunk driver hit her and she died. From
then on my life became an ordeal. I could not do anything but end the life of
my mother's murderer. I pleaded guilty. And now, after twenty years of
discovering that pain does not disappear when justice is done, I am forced to
continue with a life that long ago ceased to make sense.
I arrive
home. I knock on the door. A young woman appears and asks me:
“Hello. Who
are you?”
“Is your
mother at home?”
• Mom!
Somebody is loking for you.
I see
Marion approaching. I hear my heart pounding . I do not know what to say.
Marion stares into my eyes and closes the door abruptly. I hear my daughter ask
her
"Who is he?"
"Nobody."
She has not
forgiven me for what I did. She was pregnant when I went to jail.
"Marion,
please."
"You're
not welcome here." Go away.
I'm waiting
for a gas station for someone to take me nowhere, when I see approaching the
girl who does not know she's my daughter. It's too late now and I'm worried
because she is out of the house.
"I am
Melanie. I was just heard you are my father, and I want you to come home.
The howling
of the wind has ceased to exist. I go back home.
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