She
It was a dark night, with no shadows. He was driving absentmindedly on an unpaved road when, on a sharp curve, the headlights illuminated the figure of a woman. He turned the wheel quickly to try not to hit her but it was impossible. He braked the vehicle and got out quickly to help her. She then realized that she was dead. The headlights of his vehicle illuminated the macabre scene. He dragged her, with great difficulty, away from the road, and hid her behind some bushes. He returned home and that night he could not fall asleep; at dawn, he fell asleep. He woke up a while later remembering the accident. He got up and raised the blinds on the bedroom window. The image of the run-over woman was reflected in the mirror, sitting on the edge of the bed. He turned around terrified and there she was, with a trickle of blood coming down from the corner of her lips. She stayed to live with him forever. Already on his deathbed, she confessed that the accident was not even a coincidence. After hundreds of years, she managed not to live alone. When her partners died, she hatched a plan like the one in the accident. And now she would act like this again with her next victim. Because she was immortal.
Ella
Era una noche oscura, sin sombras. Conducía distraídamente por una carretera de terracería cuando, en una curva cerrada, los faros iluminaron la figura de una mujer. Giró el volante rápidamente para intentar no golpearla pero fue imposible. Frenó el vehículo y salió rápidamente para ayudarla. Entonces se dio cuenta de que estaba muerta. Los faros de su vehículo iluminaron la macabra escena. Lo arrastró, con gran dificultad, fuera del camino y la escondió detrás de unos arbustos. Regresó a su casa y esa noche no pudo conciliar el sueño, y al amanecer se quedó dormido. Despertó un rato después recordando el accidente. Se levantó y levantó las persianas de la ventana del dormitorio. La imagen de la mujer atropellada se reflejaba en el espejo, sentada en el borde de la cama. Se giró aterrorizado y allí estaba ella, con un hilillo de sangre bajando por la comisura de sus labios. Ella se quedó a vivir con él para siempre. Ya en su lecho de muerte, confesó que el accidente ni siquiera fue una coincidencia. Que después de cientos de años había logrado no vivir sola. Cuando sus socios murieron, ella urdió un plan como el del accidente. Y ahora volvería a actuar así con su próxima víctima. Porque ella era inmortal.